jueves, 7 de abril de 2011

Cruz azul 1-1 Monterrey…Por el Título de la CONCACAF

  • Monterrey jugará su primera Final de Concachampions
  • Se enfrentarán al Real Salt Lake, aunque el duelo definitivo será en la Unión Americana
Monterrey estará de nueva cuenta en una Final. El actual campeón del futbol mexicano se plantó en la cancha del Estadio Azul y empató 1-1 ante Cruz Azul en la Vuelta de las Semifinales de la Concachampions 2010/2011 dejando el marcador global 3-2 a favor de los regios para sellar su pase al último partido del torneo de clubes de la Concacaf en donde enfrentarán al Real Salt Lake de la MLS.
Cruz Azul intentó defender la ventaja que se encontró a los 24 minutos por conducto de César Villaluz, aunque se cumplieron las palabras del propio técnico celeste, quien en reiteradas ocasiones ha establecido que su escuadra es un equipo cualquiera cuando no tiene la pelota y esta noche regalaron el esférico a un Monterrey que en la primer parte no tenía idea de cómo afrontar el partido y se veía claramente superado.
La idea de que Cruz Azul no está hecho para los partidos importantes es ya algo trillado, lo cierto es que cuando la Máquina se enfrenta ante la posibilidad de romper con la historia, hace todo lo contrario a lo que lo ha realizado para estar ahí.
EL PARTIDO
Intenso y con muchas llegadas comenzó el juego de Vuelta entre Cruz Azul y Monterrey. La idea de que no existía mañana para ninguna de las dos escuadras, provocó que celestes y rayados salieran con su cuadro de lujo para buscar el partido desde los primeros minutos. Tanto Víctor Manuel Vucetich como Enrique Meza pusieron sobre la cancha a elementos que el fin de semana pasado recibieron descanso para estar a punto en este partido.
Sin embargo, el planteamiento táctico que propuso el ‘Ojitos’ pareció sorprender al técnico de Rayados, pues volvió a utilizar a dos delanteros fijos e incluyó a Christian Giménez en la media de contención, haciendo una pareja engañosa con Gerardo Torrado, pues el argentino se desprendía desde esa zona para buscar participar en la elaboración de los ataques y distribuir balones a los costados donde se encontraban César Villaluz y Hugo Droguett.
El primer aviso del partido llegó apenas a los cuatro minutos cuando Emmanuel Villa tomó una pelota en los linderos del área para sacar un riflazo que apenas pasó desviado del arco de Jonathan Orozco. La respuesta visitante no se hizo esperar, luego de un tiro de esquina, Humberto Suazo disparó de larga distancia provocando el lance de Jesús Corona para sacar la pelota por encima de su portería. Ese fue el único aviso con cierto peligro por parte de Monterrey, pues Cruz Azul, fiel a su costumbre, se hizo de la pelota y el dominio del encuentro.
Poco a poco los celestes fueron metiendo a los regios en su media cancha e intentaron a través de los balones filtrados, horadar el arco de Orozco y encontrar el gol que les diera el pase a la Gran Final del certamen organizado por la CONCACAF.
Fue al minuto 24 cuando el grito de gol estalló en el Azul. Hugo Droguett escapó por el costado derecho del área y sacó un tiro de pierna zurda que atajó de gran forma Jonathan Orozco, sin embargo, el rebote quedó servido para la llegada en solitario de César Villaluz, quien no se precipitó y metió un disparo potente pero bien colocado para hacer inútil la llegada del portero rayado. Era el 1-0 en el partido pero el empate global que le daba el pase a la Máquina a una final más.
Cruz Azul siguió dominando y fue necesario un apagón en el estadio para detener el buen partido que estaba dando la oncena de Enrique Meza. A los 35 el alumbrado de uno de los laterales del Estadio Azul se apagó, por lo que el juego se detuvo por algunos minutos, pausa que fue aprovechada por Vucetich para modificar su esquema, sacar a Zavala y dar ingreso a Cardozo buscando equilibrar el trámite del partido.
Para la segunda mitad, el planteamiento de ambas escuadras no cambió. Cruz Azul mantuvo sus intenciones de manejar el encuentro como lo venía haciendo, aunque en frente se encontró con un Monterrey al que le sirvieron los minutos del entre tiempo, pues la actitud de los jugadores fue diferente y las líneas más cerca del arco contrario. Los primeros minutos de la parte complementaria fueron parejos pero a partir del minuto 60 el agobio de Rayados se intensificó.
Meza decidió prescindir del ‘Chuletita’ Orozco y meter a Pineda tratando de encontrar equilibrio en el medio campo y a partir de ahí buscar un contragolpe que terminara por sentenciar la eliminatoria, mientras que del banquillo regio saltó Oswaldo Martínez, otro elemento de ataque que pudiera abrir el cerrojo celeste. El partido entonces se convirtió de un solo gol, pues Cruz Azul mataba o Monterrey hallaba el error que acabara con el ánimo de los locales.
Al 76 Waldo Ponce, quien llegó para reforzar la defensa en este semestre, se vistió de verdugo, cometió una falta al interior del área y se ganó la tarjeta roja para poner a disposición de su compatriota, Humberto Suazo, la clasificación a la Final. El delantero andino cobró la pena máxima, y aunque Corona adivinó, el balón se coló para poner el 1-1 en el tanteador.
La Máquina se lanzó al frente con todo. En los últimos minutos se encontró con un par de aproximaciones que no terminaron por cuajar y sólo alargaron la agonía cementera. Después de haber finalizado encuentro y por reclamarle la acción del penal en contra al árbitro Miguel Ángel Chacón, Fausto Pinto fue expulsado.
EL ARBITRAJE
Regular trabajo de Mauricio Morales, quien perdonó un par de tarjetas rojas, una por bando, a lo largo de los 90 minutos, además de que el penal marcado y por ende la roja a Waldo Ponce fueron una decisión rigorista que terminó por influir en el marcador y dictar sentencia a la eliminatoria.

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